Actualidad de Nietzsche.
Sin embargo,
no hemos evolucionado hacia ese Superhombre que Nietzsche esperaba. Hemos
sustituido los valores ficticios del platonismo y el cristianismo por otros,
igualmente falsos. Hoy nuestros valores, aunque puedan parecer cercanos al
vitalismo que Nietzsche defendía (culto al cuerpo, disfrute de la vida, sexo,
poder, juventud, etc.…), no son más que una imposición del mercado que inventa
necesidades y valores para guiarnos al consumo. Nietzsche aspiraba a que el
hombre viviera la vida asumiendo tanto el placer como el dolor que conllevara,
y no esta versión light y edulcorada que nos transmiten los anuncios, que son
los pulpitos ideológicos de nuestro tiempo.
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