Inicialmente Ortega encuentra en Alemania la fuente de esa
competencia, la ciencia ajustada al neokantismo. Sin embargo, pronto lo
abandonará ya que participa del idealismo al que va considerar causa de la crisis
de la modernidad.
Por tanto, la superación del idealismo era para Ortega la
solución a los problemas de España y Europa. Según éste, si el principio de
racionalidad es superado por la razón vital, se abrirá una nueva época.
El vitalismo de Nietzsche y la fenomenología de Husserl
serán decisivos para superar el idealismo. Del primero asumirá la visión perspectivista
de la verdad y la defensa de los valores vitales, aunque se enfrentará a su
raciovitalismo. De Husserl heredó la preocupación por hacer que la filosofía
descansara en un fundamento firme descubierto a partir de una reflexión
autónoma, aunque para Ortega la realidad radical será la vida y no la
conciencia.
Los existencialismos de Heidegger y Sartre configuran su
contexto filosófico más cercano. L a descripción orteguiana de las categorías de
la vida supone un proyecto muy cercano al análisis heideggeriano de la existencia
humana, y comparte con Sartre la idea de que el ser humano carece de naturaleza
y tiene que decidir continuamente la vida que ha de vivir.
Finalmente, señalemos que la influencia del historicismo de
Dilthey fue decisiva para el concepto orteguiano de la razón vital e histórica.
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