Comparación de Nietzsche con Platón.
La filosofía
de Platón y la de su maestro Sócrates será duramente criticada por Nietzsche.
El dualismo
platónico basado en la existencia de dos mundos (el de la pistis,
material y cambiante del cual no se puede obtener ninguna verdad innegable y el
mundo perfecto de la episteme, formado por ideas) no es aceptado
por el alemán, que defenderá que el único mundo verdaderamente real es el mundo
físico que captamos por los sentidos, con todo lo que esto conlleva de
sinsentido y cambio. Al igual que para Heráclito, para Nietzsche el mundo es
cambio, devenir.
El mundo (el
físico, único existente) está regido por la voluntad de poder. No es más que un
conjunto de fuerzas sin otra intención ni otra voluntad que desarrollar todo su
potencial. El mismo ser humano no es más que un conjunto desordenado de impulsos
que tratan de prevalecer.
El mundo
perfecto y atemporal que Sócrates y Platón inventaron no es más que una
monumental mentira aumentada por el resto de filósofos anteriores; fruto de una
voluntad débil incapaz de aceptar la vida tal y como es. Nietzsche destruirá
todas las ideas (momias conceptuales las llamará él) que venían dando sustento
a la filosofía y a la religión durante los siglos anteriores. Estas ideas son
el Bien, la Verdad, la Belleza, etc. Para él no son más que un vano intento de
negación de esta vida. Entre ellas critica especialmente a la idea de Bien, que
según él no es más que una barrera creada por la voluntad débil, por individuos
inferiores en el plano físico, para evitar ataques por parte de individuos
superiores físicamente. Todos los preceptos morales, según Nietzsche, no son
más que el reflejo de las debilidades y los temores de las personas.
Para
Nietzsche, el hombre “bueno” en el terreno moral es el superhombre. Él será
poseedor de una voluntad fuerte y no obedecerá más precepto que el que dicte su
voluntad. Es consciente de que solo existe un mundo, una sola vida. Esto
contrasta con la idea de bondad del platonismo y el cristianismo, creencias
para las cuales la bondad en un hombre consiste en reprimir los impulsos del
cuerpo cuando es necesario y mirar por el bien de los demás con objeto de
salvar su alma para la otra vida.
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